martes, 29 de mayo de 2012

EE.UU.: La opción militar debe ser considerada para Siria


El Gral. Martin Dempsey, Jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., dijo a CNN que "la opción militar debe ser considerada" como respuesta frente a la reciente escalada de violencia en Siria, aunque él preferiría que la comunidad internacional encontrase una manera de presionar al presidente Bashar al-Assad para que dejar el poder. Dempsey también le dijo a la CBS que los acontecimientos en Siria son simplemente horribles y atroces pero enfatizó que la presión diplomática debe siempre preceder a cualquier discusión sobre las opciones militares; Dempsey dijo que estaban preparados para proporcionar esas opciones si le eran requeridas.

La comunidad internacional ha comenzado a analizar otras posibles respuestas para darle una solución a la escalada en la violencia durante el fin de semana, y se ha instalado la idea que el plan de paz de Annan no ha logrado detener los combates. El Consejo de Seguridad de ONU convocó ayer a una sesión de emergencia y con el apoyo a sus miembros -por unanimidad- aprobó una declaración de condena de la masacre y culpó al régimen sirio.

Pero todavía no está claro cuán seriamente están siendo analizadas las opciones militares, ya que todo este tiempo los funcionarios norteamericanos han impulsado por más sanciones y una mayor presión internacional para obligar a Al-Assad a renunciar que una intervención unilateral o coordinada por OTAN. La capacidad militar siria no se compara con la libia y las relaciones geopolíticas de Damasco hacen que sea mucho más difícil de controlar que Trípoli, que estaba relativamente aislada tanto diplomática como geográficamente.

Este escenario adverso para una intervención militar hace que la iniciativa de Annan no tenga, por el momento, una alternativa y deba mantenerse como la única opción sobre la mesa para negociar en Siria. A su llegada a Damasco, Annan señaló que estaba conmocionado y horrorizado por el crimen atroz de Hula, además adelantó que las personas que están detrás de los hechos deben ser considerados responsables.

Annan instó al gobierno sirio a tomar "medidas audaces" como señal de la intención de Siria para resolver la crisis pacíficamente, al mismo tiempo, también hizo un llamado a todos los involucrados para ayudar a crear el contexto adecuado para un proceso político creíble dejando claro que este mensaje no era sólo para el gobierno, sino para cada individuo con un arma. Annan dijo que su plan de seis puntos debe ser aplicado a fondo, y el propio funcionario sostuvo que eso no está sucediendo hoy en día; Annan dijo que espera tener "serias y francas" las conversaciones con el presidente sirio y agregó que también espera con interés hablar con una amplia gama de otras personas durante su visita de tres días a Siria

Las autoridades sirias culparon a los militantes islamistas por la masacre y negaron las declaraciones de ONU respecto a que los tanques del ejército se encontraban en la zona al momento del incidente. En una carta al Consejo de Seguridad, publicada por los medios de comunicación estatales, el Ministerio de Relaciones Exteriores sirio dijo que el ejército se había enfrentado con cientos de hombres armados que, según dijo, usaron cuchillos lo que es considerado como la "firma" de los ataques de los militantes islamistas.

El Consejo de Seguridad culpó directamente al gobierno sirio por la masacre de Hula, incluyendo los votos de los aliados sirios -China y Rusia, en lo que se ha constituido en un nuevo punto de inflexión dentro del conflicto con el agravante de numerosos niños entre las víctimas. El propio mediador, Kofi Annan, considera que la situación está llegando a un punto muerto y que su plan de paz está a pasos del fracaso; mientras que los Estados occidentales se ven forzados a entrar a una guerra que no desean librar. En este contexto, el régimen siro ya no deja más lugar para las dudas acerca de su inexistente intención de ejecutar reformas políticas o de valorar las directivas de ONU.

La clave de la resolución del conflicto sigue siendo Rusia. Aunque los sectores más conservadores en EE.UU. critican la posición de Obama de trabajar a partir de las iniciativas de Moscú –que aun sigue enviando armas a Siria-, lo cierto es que no se puede excluir a Rusia de la ecuación debido al grado de influencia que ésta tiene sobre el régimen de Al-Assad. Si el presidente sirio sigue en el poder es porque Rusia ha bloqueado sistemáticamente las resoluciones y ha mantenido el apoyo militar y económico; pero si este es retirado mañana, la situación de Bashar Al-Assad cambiará drásticamente por lo que no depende de cuánto EE.UU. presionará a Siria sino de cómo hará para convencer a Rusia que no peligran sus intereses en el país.

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